“Nada es demasiado pequeño
como para no hacerse preguntas”
Mary Oliver
A veces no entiendo la carga de las imágenes ese impulso eléctrico/energético que parte del exterior, te atraviesa y llega un punto exacto interno que se rompe desde adentro y estalla como una especie de eco en el agua, una resonancia molecular que crece y se convierte en una sensación invasiva que recorre cada nervio y se extiende hasta convertirse en un gesto que atasca y se derrama y cae corto, silencioso y paralizante.
Aquí, por ejemplo, alguien abandonó sus pasos, pero no lo hizo con la intención de desaparecer, sino de abandonar y construyó una imagen para otros, un recuerdo que quedó abandonado en mí a modo de pregunta y lo dejo aquí para que quede en ustedes. Esta imagen que puede ser un gran paso, o un tramo desigual sin un zapato, o una carrera corta por dejar algo que sobra o un borracho con los pies asfixiados o alguien con ganas de ponerte a pensar en un recuerdo permanente o todas estas opciones siendo yo quien se quita los zapatos y observa desde diferentes proyecciones un recuerdo ajeno ¿Quién sabe?
Y entonces después de esa imagen que se compone desde afuera hacia dentro atravesadas / atravesados y paralizadas / paralizados por las múltiples posibilidades entendemos que:
1. La mirada es esencial para la composición del recuerdo.
2. Podemos apropiarnos de memorias ajenas si enlazamos significados y sensaciones entre recuerdos.
3. Nuestra vida es una proyección en presente y una memoria fragmentada.
4. El síntoma que viene del recuerdo es una imagen que se somatiza.
5. La memoria es un paseo por fragmentos inexactos de tu vida que es un fragmento de las múltiples proyecciones que ocurren simultáneamente.
6. Cerrar los ojos y/o morir no es una pausa de lo que ocurre dentro, alrededor y afuera tuyo.
7. Somos herramientas continuas acumuladoras y realizadoras de imágenes:
vemos y nos ven.
8. ¿Cuál es la historia de imágenes de los objetos, animales y plantas?
Daniela Prado
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